Lo hemos conseguido, tanto tiempo proponiéndolo, comentando lo bien que nos iría... y al fin lo hemos llevado a la práctica... Hablo de la cantidad de veces que nos habíamos propuesto las amigas del currele hacer algo de provecho para nuestro cuerpo, o lo que es lo mismo, algo de ejercicio. Que si mañana mismo nos apuntamos al gimnasio, que si nos ponemos de acuerdo para ir a correr, o a jugar a futbol, o a volei... nada, siempre al último momento nos escaqueábamos y dejábamos colgao el plan para "la semana que viene". Pero hace dos semanas a base de piques y tonterías conseguimos reunirnos a la salida del curro, a eso de las 0:00, en el parque del puerto para ponernos un poco en forma... y desde entonces no hemos parado, seguimos acudiendo a nuestra cita con el chandal tres días a la semana y pensamos mantener esa posición durante el tiempo que sea posible (mientras el curro no nos deje tan machacadas como para ausentarnos). Increíble pero cierto, Gaby, Angélica, Geovanna y yo dando vueltas y vueltas a la pista con el cronometro, hasta dejarnos la piel, y lo mejor es que no somos tan malas como creíamos, tenemos más aguante del que esperábamos, sobretodo teniendo en cuenta que acabamos de salir de 8 horas trabajando.
Y después del "corpore sano" viene la "mens", a la cual también le he estado dando bastante caña esta semana con el juego de Brain training de la NDS que me dejó Sergi el Lunes. El primer día que jugué estaba realmente echa polvo y con un sueño tremendo y aún me quedé más echa polvo cuando el aparatejo ese tuvo la desfachatez de soltarme así por las buenas que mi edad cerebral era de 66 años, habráse visto con el Dr. Kawashima, como se atreve a decirme eso en momentos tan delicados. Pues nada, pillé tal cabreo que me dije "te vas a enterar tu, sr. Kawashima de las narices, de quien soy yo y de cuantos años tiene mi coco". El Martes, en mitad de una insolación en una paradisíaca playa de la Colonia de Sant Jordi, acompañada por Diana, le di una buena paliza al jueguito (y también a mi piel, y seguidamente el palizón de caminata que nos pegamos las dos bordeando la costa, que por poco creía que iba a llegar hasta Sóller a pata) y ayer Miércoles le di la paliza definitiva cuando el tal Kawashima ese tuvo que admitir que mi coco y yo tenemos 24 primaveras y muy bien llevadas... y el susodicho energúmeno japonés diciendo "oh, vaya remontada, no quepo en mí de gozo"... si anda, no finjas, que tu lo que querías era hundirme y regodearte...
Y hablando de japoneses (que mira que están locos estos romanos) me puse hará ya unas dos semanas a intentar aprender algo de japonés, pero no japonés escrito en plan "romaji" con nuestros benditos carácteres, sinó en plan japonés japonés de esos que viven en Japón y comen arroz con palillos y pescadito crudo... si, en plan hiragana, katakana, kanjis y la madre a la que se le ocurrio tremendo idioma. Y bueno, de momento me se en hiragana las vocales, se escribirlas correctamente y reconocerlas en un texto, algunas sílabas y tambien unos cuantos kanjis. A ver si me animo a seguir y entonces le diré cuatro palabritas en su idioma al Dr. Kawashima...
