Llegamos a destino y cruzamos el pueblo, mochilas a la espalda, en busca de nuestro siguiente hotel, aunque esta vez teníamos todo el día por delante. No tardaron mucho en ofrecernos una casa barata en la medina, todo tipo de drogas y guiarnos a cualquier lugar, pero nos hicimos los sobrados, les dijimos que ya teníamos de todo y no nos faltaba de nada y aún así no se nos despegaban. Como después de caminar un rato las mochilas pesaban un quintal decidimos pararnos a comer a una terraza. Descansamos, comimos y consultamos la guía con tranquilidad. Se quedaron dos en la terraza guardando las mochilas y el resto nos fuimos en busca del hotel Sáhara que, libres de peso, encontramos enseguida. El día en Asilah pasó rápido, la parte de la medina pegada al mar es preciosa y fundimos nuestras cámaras de fotos en su interior. Por la noche decidimos que al día siguiente viajaríamos a Chefchaouen, Asilah estaba bien pero Marruecos prometía pueblos más pintorescos y más auténticamente marroquíes. A la mañana siguiente aceleramos nuestra salida hacia Chefchaouen a causa de un pequeño problema que nos quisieron ocasionar un par de vendedores de hachis, que nos hicieron sentir muy incomodos en el lugar. Los chicos y yo fuimos a la estación de taxis a negociar un viaje para seis hasta Chefchaouen y después de un buen rato de tira y afloja llegamos a un acuerdo, 600dh entre todos (60 euretes). Nos pareció muy razonable pagar 10 euros cada uno por un viaje tan largo en taxi (unas 3 o 4 horas), para ser nuestra primera inmersión en el mundo del regateo no estaba tan mal. Pasamos por el hotel a recoger a las chicas y nuestros equipajes y partimos rumbo al pueblo azul de las montañas. Chefchaouen significa "mira las cumbres", pues está rodeado por montañas.
lunes, 29 de diciembre de 2008
Marruecos I. Tánger, Asilah.
Llegamos a destino y cruzamos el pueblo, mochilas a la espalda, en busca de nuestro siguiente hotel, aunque esta vez teníamos todo el día por delante. No tardaron mucho en ofrecernos una casa barata en la medina, todo tipo de drogas y guiarnos a cualquier lugar, pero nos hicimos los sobrados, les dijimos que ya teníamos de todo y no nos faltaba de nada y aún así no se nos despegaban. Como después de caminar un rato las mochilas pesaban un quintal decidimos pararnos a comer a una terraza. Descansamos, comimos y consultamos la guía con tranquilidad. Se quedaron dos en la terraza guardando las mochilas y el resto nos fuimos en busca del hotel Sáhara que, libres de peso, encontramos enseguida. El día en Asilah pasó rápido, la parte de la medina pegada al mar es preciosa y fundimos nuestras cámaras de fotos en su interior. Por la noche decidimos que al día siguiente viajaríamos a Chefchaouen, Asilah estaba bien pero Marruecos prometía pueblos más pintorescos y más auténticamente marroquíes. A la mañana siguiente aceleramos nuestra salida hacia Chefchaouen a causa de un pequeño problema que nos quisieron ocasionar un par de vendedores de hachis, que nos hicieron sentir muy incomodos en el lugar. Los chicos y yo fuimos a la estación de taxis a negociar un viaje para seis hasta Chefchaouen y después de un buen rato de tira y afloja llegamos a un acuerdo, 600dh entre todos (60 euretes). Nos pareció muy razonable pagar 10 euros cada uno por un viaje tan largo en taxi (unas 3 o 4 horas), para ser nuestra primera inmersión en el mundo del regateo no estaba tan mal. Pasamos por el hotel a recoger a las chicas y nuestros equipajes y partimos rumbo al pueblo azul de las montañas. Chefchaouen significa "mira las cumbres", pues está rodeado por montañas.
palabras líquidas de Akasha a las 19:08
Etiquetas: lugares interesantes, vacaciones, viajes
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario