domingo, 10 de febrero de 2008

Nadie escucha


Todos hablan, todos cuentan sus penas, lo mal que les va la vida, lo duro que ha sido el día. Todos hablan sin parar, apenas se paran a respirar.
Penas, alegrías, problemas, deseos, metas, decepciones y sorpresas.
La conversación se convierte en una mesa de ping-pong y las palabras rebotan de un lado al otro sin hallar nadie que las recoja.
Si supieran lo importante que es escuchar, todo lo que aprendes de la vida simplemente callando mientras otros hablan, ir recogiendo con cuidado todas las palabras que lanzan al espacio... si supieran eso y escuchasen, simplemente el mundo sería un poquito mejor.




10 comentarios:

Anónimo dijo...

Tu si que sabes, conoces el secreto y el poder que tiene escuchar a los demás.

Ojala hubiera más gente así.

Belén dijo...

Totalmente de acuerdo, yo escucho a mis pacientes y quien mas quien menos me cuentan cosas muy sorprendentes :)

Besicos

Anónimo dijo...

Diste en el blanco. No hay que "sentarse a hablar" para solucionar problemas, sino sentarse a escuchar. Ya casi no queda gente que lo haga, salvo algunos pocos. La mitad de los problemas se solucionarían tan fácil si todos supieran escuchar... Te felicito de nuevo por tu blog y tus pensamientos y ¡gracias por visitarme!

Chino Moreno dijo...

Tienes mucha razon en lo que has escrito, estoy contig...

Saludos amiga

Chino Moreno dijo...

Por cierto, enhorabuena por el premio conseguido de “Este No Es Un Mal Blog“, en el blog de rorpiet^.

y enhorabuena tambien por ser la Futura blog solidario xD

Pablo Ignacio Cerda Rastello dijo...

Hola! Visita mi nuevo blog:
http://sinellosnoteveo.blogspot.com

Soy ficción dijo...

:) Gran verdad, con la boca cerrada se puedo hacer mucho bien.

Y con los ojos abiertos... A veces uno debe dejar de mirarse el ombligo y observar lo que hay a nuestro lado.

dunna dijo...

"La importancia de las palabras"

Anónimo dijo...

No todos los que oyen realmente escuchan. Un saludo

María dijo...

por eso yo tiro botellas a la red sin esperar que nadie las escuche, pero las palabras de otros no olvides que son esas quejas decepciones y demás adjetivos o nombres negativos que citas... ¿estás segura que tú te escuchas a tí misma?

(no quiero parecer impertinente con mi pregunta, pero o eres imprudente o has trabajado poco el análisis de tu texto para un mundo mejor, ya que se contradice en sus hipótesis...)