miércoles, 29 de agosto de 2007

Improvisación en la cocina a dos manos

Ocurrió, si no me equivoco, el mes pasado, una de esas noches especiales en las que los dos coincidíamos en tener la tarde libre y el día siguiente también. Como no tenemos un lugar específico para estar juntos ese tipo de noches mágicas escasean. Esa fue una de ellas. Teníamos el piso de su hermano para nosotros solitos, así que quedamos en hacer una cenita romántica (almenos mi idea era esa, luego descubrí que a el no se le había ocurrido lo del adjetivo "romántica"). En mi cabeza rondaba la idea de una receta hindú, nunca había hecho ninguna, pero tenía los sabores almacenados en la memoria, así que, con un poco de intuición, compramos cuatro cosas a última hora en el super y nos pusimos manos a la obra. Os dejo la receta porque doy fe de que salió deliciosa.

INGREDIENTES (para 2):

  • Arroz basmati (dos bolsitas)
  • 2 pechugas de pollo
  • Piña natural o en su jugo (nunca en almibar)
  • 1 Manzana
  • 1 Cebolla
  • Curry en polvo (el típico de supermercado no es demasiado bueno)
  • Nata fresca (la elegí porque es más espesa y cremosa que la nata de cocina)
  • Media pastilla de caldo de pollo
  • Una pizca de sal

Y a dos manos entramos en la aventura de cocinar, en la fusión de texturas y sabores. Él picando la manzana al tiempo que yo troceaba la piña (y la degustaba). Él encendiendo el fuego, empezando el ritual. Vierte una cucharada de aceite en la sartén. Chisporrotea. Echo la cebolla y la manzana, el fuego no muy alto quiero una textura suave, que se deshaga. Él, mientras, va dividiendo el pollo en dados y salándolos y yo lo sazono con curry (cantidad al gusto... yo le echo mucho, al pollo al sofrito... a todo). En otra sartén el pollo va dorándose, adquiriendo un color apetecible. Con el zumo que sobra de la piña, media pastilla de caldo se disuelve, fusión de sabores. Y añado el pollo al exótico sofrito y él le da un par de vueltas con gesto y semblante de haberlo hecho toda la vida... si es que el delantal le quedaría de muerte y me lo comería así con curry o sin el. Pero éstabamos cocinando... y estaba tratando de explicar el proceso, pero es pensar en él y me lío... me separo de lo estrictamente gastronómico (aunque el estómago y el corazón van de la mano). El caldito de la piña, ahí me había quedado, añado la mezcla al sofrito y al pollo mientras mi gordi lo remueve con arte, y luego la nata fresca (entonces volví a echarle curry y a requeteprobarlo y a dárselo a probar a él para que me diese el visto bueno) y mientras los sabores de la fruta se funden con el pollo y la nata, en otra cazuela ponemos agua a hervir para el arroz basmati (doble de agua que de arroz) y la salamos ligeramente (ojo no pasarse con la sal que la salsa ya tiene). Cuando el agua rompe a hervir mi chef particular echa el arroz, esperamos los minutos que dice el paquete y listo.


*INGREDIENTES PARA UNA CENA ROMÁNTICA:

-Mucho amor, a grandes cantidades...
-Unas cuantas velitas para ambientar
-Música suave de fondo
- Un buen vino
-Un plato exótico y afrodisíaco (como este)
-Apetito (en todos los ámbitos)

Y para finalizar aliñar todo con una buena dosis de miradas, besos y caricias. Os aseguro que no echareis de menos el postre ;) .
Lo dicho, que la receta, nacida de la intuición y la improvisación quedó de vicio, y la noche inolvidable.



7 comentarios:

Criminal Macabre dijo...

Comentarios:
Harbl.
Entre que no sé cocinar y lo poco romantico que soy, habría hecho un chantilly sobre tu cuerpo desnudo.

Criminal Macabre dijo...

Con la nata, no seais malpensados.

Akasha dijo...

Si mi novio hubiera hecho eso tampoco me habría quejado.

Akasha dijo...

... lo de la nata, digo.

Anónimo dijo...

La comida estaba de vicio, y lo posterior a la cena también ;)

Akasha dijo...

Lo posterior... la superaba ;)

Anónimo dijo...

Caramba, caramba... me apunto la receta, tiene que estar de vicio!

Bonita entrada. ;)

Un beso