miércoles, 25 de julio de 2007

Memento mori

Recuerda que eres humano, recuerda que vas a morir tarde o temprano y no por ello te amargues la fiesta. Mas bien al contrario, vive la vida con otros ojos, se consciente de que cuando dejes este mundo, de nada habrá servido que te hayas amargado toda tu vida para pagar una hipoteca eterna, en esta vida lo que realmente vale la pena no es tener un coche último modelo, una casa no-va-más super equipada con las últimas tecnologías, y un perro con pedigree. En esta vida lo que realmente cuenta, lo que no puede pagar ninguna hipoteca, ninguna visa-oro, son los pequeños momentos, los pequeños placeres... aquellas cosas que se instalan para siempre en tu memoria y que ni la vejez logrará borrar. Son las guerras de agua de la infancia con otros niños por todo el jardín, las acampadas con amigos con historias de terror a media noche, subírse a los árboles y hacer cabañas camufladas, pegarse atracones de pasteles a escondidas en la despensa de casa, dormir al aire libre en verano y dedicarse a contar estrellas, contemplar el cielo, hacer escapadas secretas de la isla con las amigas sin nadie saber donde te encuentras, ir a la playa de noche y acabar todos en el agua, conocer gente de otros países con diferentes culturas y ver que en el fondo son como tu, viajar y contemplar otros mundos con los ojos muy abiertos, empaparte de los aromas y los sonidos de otros países, aprender siempre algo de lo que te rodea, quedarte siempre con algo bueno en vez de algo negativo, dejar que la gente te conozca tal cual eres, sin máscaras, decir la verdad, que alguien te diga "te quiero" porque es cierto y no solo porque suena bonito, que te sonrían, que te alaben algo que has hecho bien, abrazar a alguien y ser abrazado, hacer algo por los demás sin esperar nada a cambio...; la vida, la que realmente vale la pena, són todas esas cosas que nunca cambiarías por dinero, un beso, una palabra, un viaje, unas risas; son las cosas que permanecerán en la memoria de los demás cuando tu no estés o las cosas que pasarán por tu cabeza el último minuto de tu vida y sería muy triste que tu último pensamiento antes de morir fuese el de que alguien todavía te debe dinero o que no te devolvieron aquel libro que dejastes prestado. La vida está para vivirla, no es necesario desperdiciarla, pero tampoco amargarse para poder llevar una vida perfecta en una casa perfecta con un coche y un trabajo perfectos, así solo conseguiremos tener una vida vacía y oscura y al final de nuestros días miraremos atrás y nos preguntaremos ¿a donde fueron los sueños? ¿los viajes que quise hacer y no hice por miedo? ¿aquel curso que quise empezar y abandoné porque no cuadraba con mi vida perfecta? ¿aquellos proyectos que eran metas de joven y se transformaron luego en humo? Y nos daremos cuenta de todo el tiempo que perdimos construyendo nuestra vida perfecta y vacia, y del poco tiempo que dedicamos a dejar nuestra huella en el mundo y la huella del mundo en nuestra memoria.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Olé! mi nena! De esto tengo que convencer yo a Jose Manuel.

Akasha dijo...

Hoy en día el materialismo nos rodea allá donde vayamos, está por todas partes: "dime lo que posees y te diré quien eres"...